Érase una vez unos valencianos llamados Esther y Jesús que viviendo en Tokio se pusieron en contacto conmigo para hacerles sus invitaciones de boda. Querían algo muy personal, algo que les identificase a ellos, querían aparecer vestidos con kimonos nupciales típicos de Japón en Shibuya. Esther con un kimono de flores y Jesús con un estampado de «La gran ola» de Hokusai.
Después de mucho trabajo este fue el resultado. ¡Salieron muy contentos! Tanto que se animaron a hacer unas tazas con la ilustración de la invitación para el recuerdo.